En una conversación mantenida hace un par de días con un magnifico maestro, de uno de los muchos cursos de formación a los que he asistido a lo largo de mi vida, me decía que estaba en pleno proceso de divorcio y, con dolor en la voz, me afirmaba que jamás lo había pasado tan mal en su vida, a nivel personal, como lo que estaba viviendo en este momento.
En el transcurso de la misma llegó a decirme, “ahora cuando alguien me dice que se ha divorciado lo veo de otra manera porque se que seguramente lo ha pasado muy mal”. Y, ojo, no sólo es una experiencia complicada para los que viven un divorcio traumático o conflictivo, en este caso, estaban llevando los trámites de una manera muy ordenada y civilizada, mirando por el bienestar conjunto de los hijos. Sin embargo, no podemos olvidar que un divorcio es un fin de ciclo en tu vida, un momento de duelo en el que aceptas cerrar una etapa de tu vida.
Simplemente, él se había dado cuenta con su crecimiento interior, que la persona con la que compartía proyecto de vida estaba muy distanciada de sus intereses, y eso hizo que poco a poco se hubiera enfriado mucho su relación.
¿QUE ES UN DIVORCIO TRAUMATICO?
Aquel en el que no aceptas que tu proyecto de vida en común con esa persona ha terminado y, en la medida de lo posible, tratas a la desesperada de seguir atado emocionalmente a la otra persona, que tiene claro y ha decidido no continuar con la relación de pareja.
Siempre digo que en un divorcio hay 2 clases de personas:
1.- Los que toman la decisión de divorciarse.
2.- Los que se encuentran la decisión.
Las primeras siempre van con ventaja porque ya han tenido tiempo de valorar y decidir si quieren o no seguir en pareja. Ellos ya han sopesado previamente si quieren continuar la relación, y tienen claro que han hecho todo lo posible y están decididos a seguir su camino en solitario.
Muchas veces llevan un camino extra. Ya han tratado por sí solos de superar esa chispa que les permitía seguir juntos y son conscientes de que el amor desapareció de sus vidas. Necesitan liberarse y terminar. Lo tienen muy claro.
Sin embargo, para las segundas, su vida era perfecta. Su relación era la que deseaban, y se encuentran, en la mayoría de las ocasiones, con que, sin saber muy bien por qué, la otra parte ya no quiere seguir compartiendo la vida junto a ellos. Somos, y me incluyo entre ellos, porque así lo viví en mi caso, de los que nos hemos saltado todas las señales o indicativos de que algo fallaba en nuestra relación.
De repente, nos estampamos contra un “ya no te quiero” o “ya no quiero seguir viviendo contigo”, o las más recurrentes y devastadoras a nivel emocional, como son “necesito tiempo y espacio para pensar si te quiero”.
Para evitar más dolor los que DECIDEN dar el paso de iniciar el divorcio suelen recurrir a este tipo de afirmaciones, pensando que va a resultar menos traumático o doloroso para quienes la escuchan, aunque, sin darse cuenta, provocan un daño mayor ya que en principio dejan abierto ese hilo de ESPERANZA, y al que quien se encuentra la DECISION, se va a aferrar desesperadamente, pese a que ellos en su fuero interno tengan totalmente claro que la relación ha llegado a su final.
Una de las cosas más complicadas de un divorcio es aprender a DEJAR DE AMAR, si eres de los que se encuentra con la decisión. Y si a esa decisión le acompañas la existencia de hijos menores, y las prisas de la persona que decide por querer terminar la relación cuanto antes, el cóctel es EXPLOSIVO para tu mente.
Recuerdo que me pasaba horas paseando, tratando de aclarar mi mente, tratando de encontrar la solución que permitiera volver a la vida que de repente se había desmoronado ante mí. De ver a mis hijos a diario, bañarlos, jugar con ellos, leerles un cuento acostado en su cama y mirarles desde la puerta mientras dormían plácidamente antes irme a dormir, pasé prácticamente de un día para otro a no saber ni dónde o con quién estaban. A prácticamente no verlos.
Al dolor de la ruptura de la relación de pareja, se le multiplica el dolor como padre o madre por los efectos que en tu día a día sobre tu relación con tus hijos supone el divorcio. Aunque no te confundas, tomar la decisión de poner fin a la que ha sido tu vida en los últimos años tampoco es tarea fácil.
Saber que tu vida no es como te gustaría que fuera, sentirse vacío y sentir que tiene que haber algo más para ti, también es doloroso. Ser consciente de que ese proyecto de vida en común ha acabado, y que tienes que poner fin a la que ha sido tu vida en los últimos años o décadas, es una decisión muy valiente y dolorosa.
Vivir un divorcio es lo más parecido a un duelo por muerte, porque con este proceso cierras una etapa de tu vida que supone grandes cambios a nivel personal. El divorcio tambalea los cimientos de tu vida porque hace que todo lo que hasta ahora has conocido cambie para ti.
Recuerdo esa primera noche tras la bomba, sin pegar ojo, tumbado en un colchón en el sofá de mi casa, pues quien tomó la decisión ya tenia muy claro que ya no quería compartir cama. Sólo quería despertar de la pesadilla que estaba viviendo. Deseaba que al día siguiente todo fuera un mal sueño.
Empecé a dejar de comer, los nervios cerraron por completo mi estómago, mi cabeza de por sí ya acelerada, parecía haber enloquecido. Buscaba a la desesperada datos para tratar de solventar esta difícil situación, no callaba ni un instante. El cansancio se fue haciendo evidente en mi cara, el brillo de mis ojos se apagó y mi mirada empezó a perderse en mis pensamientos internos. De cara al exterior y a quien se cruzaba conmigo por la calle empezó a ser evidente que algo pasaba y mi dolor interno empezó a reflejarse en mi cara.
Me aferré a lo único que me daba fuerzas para seguir, mis HIJOS. Necesitaba recomponerme por ellos. Subestimamos los efectos que a nivel personal puede provocar un divorcio. Esa sensación de fracaso personal te sumerge bajo un halo de tristeza, pesadumbre, constante pena y dolor.
Recuerdo que propuse ir a terapia de pareja, buscaba a la desesperada como un niño con un juguete roto que pide que se lo ARREGLEN. Sin embargo, ya no tenía arreglo alguno. Una de las partes de la relación había llegado al punto de no retorno.
Es muy importante en una relación de pareja hablar, no dejar que tu relación se enfríe a niveles en los que ya no es posible actuar en pro de su salvación. Cuando uno de la pareja es consciente de que algo no marcha bien y tiene la capacidad de sentarse a hablar y compartir su malestar, ambos pueden decidir, y recibir la ayuda y colaboración necesaria que permita salvar la relación.
Lo malo es cuando el que tiene que escuchar no es capaz de oír y entender. Cuando él o ella vive en su mundo ideal y perfecto, porque para él esa relación es perfecta. Ahí te estampas de lleno. En mi caso concreto, yo era consciente de que algo no marchaba bien, pero no fui capaz de verlo a tiempo. Me enfríe, me distancié a nivel de detalles, gestos y cuando quise reaccionar y había decidido luchar por mi familia y mi relación, me encontré que ella ya había llegado al punto de no retorno.
Es muy importante hablar en pareja, contarse verdad y ser sinceros. El ritmo de vida actual nos lleva a carreras y en muchas ocasiones le dedicamos muy poco tiempo a nuestras parejas. Creemos que siempre vamos a tener tiempo mañana, más adelante.
Dedícale tiempo, por poco que sea, a tu pareja cada día, para demostrarle que la sigues queriendo y que es importante para ti. No te des cuenta de lo que tienes sólo cuando lo pierdas.
Las relaciones de pareja son cosa de dos, pero es tu exclusiva responsabilidad el hacer todo lo que esté en tu mano para mantenerla viva y que por ti no quede. Permítete quedarte tranquilo, sabiendo que tú has puesto todo de tu parte para mantener esa relación. Quédate tranquilo en tu conciencia.
TRAUMAS DE UN DIVORCIO
¿Cuáles son los traumas o problemas que genera en una persona un divorcio?
En líneas generales el divorcio es un proceso de duelo, que te lleva a un estado de tristeza muy parecido al que se experimenta en una depresión. Entre otros muchos síntomas, los divorciados suelen experimentar los siguientes síntomas:
1.- Pérdida de apetito.
2.- Desinterés o falta de energía para hacer actividades.
3.- Dificultad para conciliar el sueño.
4.- Estado anímico alterado.
5.- Dificultad para concentrarse.
6.- Tristeza general.
1.- Pérdida de apetito.
Entras en un estado de angustia vital que tu estómago se cierra por completo. No tienes ganas de nada, y mucho menos de comer. Te pasas las horas tumbado compadeciéndote, saltando de un pensamiento a otro sin poder poner foco en algo concreto.
2.- Desinterés o falta de energía para hacer actividades,
Todo lo que antes te gustaba durante esta primera etapa de tu divorcio te cuesta horrores hacer. No tienes ganas ni ilusión por nada. Te sientes desilusionado con la vida. Estás cómodo en el fracaso.
3.- Dificultad para dormir y descansar.
Recuerdo como se me hacían eternas las noches. El silencio de la noche atormentaba mi mente porque venían a mi mente todas y cada una de las señales que no había visto. Me atormentaba el no saber de mis hijos. No conseguía dormir. Daba vueltas de un lado para otro de la cama y no descansaba. Fue una etapa de mucho dolor.
4.- Estado anímico alterado.
Al no descansar, estás en un estado constante de irritabilidad. Te alteras con excesiva facilidad y lo pagas con los familiares que te están tratando de ayudar. No consigues poner paz en tu vida. Te sientes fuera de lugar en la vida. De repente, te ves durmiendo de nuevo en casa de tus padres o, como en mi caso, de mi hermano. Te sientes fuera de tu propia vida.
5.- Dificultad para concentrarse.
Tu mente vuelve una y otra vez a tus hijos, a como recuperar tu vida y te cuesta concentrarte en el trabajo. El divorcio desestabiliza tu capacidad laboral porque al estar tan cansado y alterado no eres capaz de centrarte en hacer bien tu trabajo. Necesitas poner paz en tu interior para poder seguir tu vida, y empezar a recuperar la ilusión y la alegría.
6.- Tristeza general.
Estas en tal estado de victimismo que te cuesta salir de la tristeza. Sin ganas de nada.
Estos serían algunos de los síntomas que vas a experimentar en tu fase inicial. En mi caso concreto, después pasé por una fase de HIPERACTIVIDAD. No podía parar. Necesitaba estar ocupado haciendo algo para callar mi mente y no pensar en mis hijos.
Pasé de no querer hacer nada a estar siempre y en todo momento haciendo algo.
Al final, te das cuenta de que la vida sigue. Que esto no es el fin del mundo y que hay muchos argumentos para seguir siendo feliz, para vivir y disfrutar de la vida.
Si quieres aprender a ver tu divorcio como una oportunidad para transformar tu vida a mejor, si quieres saber cómo aprovechar el dolor que vas a vivir en tu divorcio para mejorar como persona, te invitamos a que leas nuestro libro “BENDICE TU DIVORCIO”. En el encontrarás los aprendizajes que yo saqué de mi propia experiencia de vida y cómo hice para liberarme del dolor y el sufrimiento, y conseguir perdonar y empezar a vivir en paz.
¿CUANTO SE TARDA EN SUPERAR UN DIVORCIO?
Pueden ser días, meses o incluso años. Exactamente, el tiempo que tardes en darte cuenta de que no es el fin del mundo, que realmente a la única persona que necesitas en tu vida para ser feliz eres a ti mismo. El tiempo que tardes en darte cuenta de que tú mismo debes cuidar de ti mismo. Que nadie te va a cuidar jamás como tú lo haces. El tiempo que te lleve darte cuenta de que tu diriges tu vida y que hay muchas cosas por las que estar agradecido a diario.
El divorcio lleva a muchas personas a despertar a la vida. A ser más agradecidos con todo lo que les rodea, a valorar mucho más todo lo que tienen y a vivir la vida con más consciencia. Una experiencia de tanto dolor como es el divorcio, es un detonador de cambio que te lleva a ser más consciente en tu día a día.
¿COMO SUPERAR UN DIVORCIO NO DESEADO?
En mi caso, lo superé implantando las rutinas diarias de éxito que las personas más destacadas siguen en su día a día. Si tuviera que resumirlo diría que lo superé de verdad cuando empecé a AMAR LA VIDA. A disfrutar de todo lo que hacía, viviendo el presente. A saborear esos pequeños momentos y detalles que nos regala la vida a diario.
En “Bendice tu divorcio” tienes en detalle todos y cada uno de los pasos de la rutina diaria que han hecho que mi vida haya dado un salto de calidad en todos los niveles, y hagan que a diario me levante con alegría y ganas de comerme el día.
Si todavía no lo has leído, te voy a desvelar algunos de ellos para que puedas empezar a conocerlos:
1.- HACER EJERCICIO A DIARIO.
Tener energía es fundamental y el movimiento genera energía. Te activa. Es fundamental hacer un poco de ejercicio a diario para empezar el día a tope. Es mucho mejor dedicar 20 minutos diarios a hacer algún tipo de ejercicio (correr, bicicleta, nadar o incluso salir a pasear a un ritmo rápido) que no hacer nada y un solo día hacer mucho.
Los hábitos y las rutinas diarias nos ayudan a mejorar.
2.- AGRADECER TODO LO BUENO QUE HEMOS VIVIDO EL DIA ANTERIOR.
Uno de los mejores ejercicios diarios para ser consciente de lo mucho que tenemos, es agradecer a diario todo lo bueno y positivo que hemos vivido. Puedes agradecerlo antes de dormir haciendo un repaso de tu día y poniendo el foco en todos aquellos momentos positivos, o al día siguiente al despertarte hacer un repaso de todo aquello bueno y positivo que viviste el día anterior y que quieres destacar. Todo esto te hace ser muy consciente de las muchas cosas buenas que pasan en tu vida, y que por el ritmo de carreras actual no solemos darnos cuenta.
3.- PLANIFICAR TU DIA.
Si antes de irte a dormir planificas cuál va a ser la tarea más importante que vas a hacer al día siguiente, al levantarte tu mente está preparada para hacerla y dejas de perder tiempo. Planificar te ayuda a no dispersarte y a ser eficiente.
A diario nos perdemos en tareas improductivas, por eso, es muy importante que planifiques a diario en qué vas a ocupar tu tiempo.
Entender que el TIEMPO es el mayor de los tesoros que tenemos, y empezar a honrarlo haciendo aquello que de verdad te acerca a la vida que sueñas, hace que dejes de hacer cosas, tareas o hábitos improductivos, que te ocupan horas y horas innecesarias.
Si quieres conocer mas rutinas que te van a acercar a la vida que siempre has deseado, te invito a que leas “Bendice tu Divorcio” y empieza a transformar tu vida.
¿COMO SUPERAR EL MIEDO AL DIVORCIO?
Como todos los miedos a los que nos enfrentamos en nuestra vida, ese miedo siempre es mucho mayor en nuestra mente que lo que realmente es y vivimos cuando recorremos el camino. Lo más importante es ser consciente de ese miedo, aceptarlo y seguir. Avanzar a pesar del miedo y no dejarse dominar por lo que creemos que va suponer el divorcio.
Ante cualquier miedo en la vida, si no te paralizas y tomas la firme decisión de seguir, te das cuenta una vez recorrido el camino que lo que te daba miedo era en realidad mucho menos de lo que tu creías que iba a ocurrir.
La mejor forma de superar el miedo al divorcio es aceptando estas pautas:
1.- DEJA DE CULPAR Y EMPIEZA A RESPONSABILIZARTE.
Acepta que la relación ha llegado a su fin porque tenía que ser así. No busques CULPABLES, asume tu responsabilidad en lo que vives, y asume qué debes mejorar para en un futuro no volver a vivir algo parecido.
2.- APRENDE A PERDONAR.
Libera tu dolor, descarga tu mochila emocional, PERDONA todo lo que has vivido y empieza a vivir tu vida en paz.
3.- UTILIZA EL DOLOR COMO INSTRUMENTO DE CAMBIO.
En lugar de anclarte en lo mucho que has perdido con tu divorcio, empieza a usar ese dolor como IMPULSO. Si querías tener una excelente relación de pareja, si vuelves a estar en casa de algún familiar y lo que echas de menos es tu independencia, si deseas disfrutar más de tus hijos y con el divorcio apenas los ves. Haz que el DOLOR de sentirte FRACASADO sea tu mayor estímulo para cambiar.
Empieza a ser consciente que tienes mucho que mejorar. Haz que te duela tanto la situación que vives que te sirva para cambiar. Impúlsate con el dolor a transformar tu vida.
4.- ACEPTA que tenías que vivir todo lo que has vivido.
Entiende que todo pasa por algo en tu vida y que este dolor que ahora experimentas, era necesario para tu crecimiento. Cuando empiezas a aceptar todo lo que te sucede, empiezas a vivir desde la calma.
5.- DESAPEGATE de todo cuanto te rodea.
El divorcio pone a 0 el contador y te permite volver a liderar tu vida. Te da una segunda oportunidad de vivir la vida que de verdad te mereces, ¿De verdad la vas a desaprovechar por segunda vez? Olvídate de casas, coches o personas, lo único que realmente necesitas es empezar a estar bien contigo mismo. Si tú estás bien contigo, empezarás a atraer a tu vida todo lo que de verdad necesitas para disfrutar de tu vida.
6.- ENCUENTRA TU PROPOSITO.
Aprovecha este proceso para darte cuenta de todo lo que haces sin pasión en tu vida. Empieza a fluir y disfrutar de tu vida. Solo se vive una vez. Llena tu vida con aquello que de verdad has venido a hacer a esta vida. El divorcio es un momento de cambio y transformación que, bien aprovechado, puede suponer tu transformación personal.
En mi caso, aprendí que todo lo que había sufrido durante 10 años era el entrenamiento necesario para poder ayudar a otras personas en ese proceso.
Hoy lees nuestro blog y ves a diario vídeos en nuestras redes sociales gracias a lo mucho que sufrí. Aproveché mi dolor para con lo aprendido ayudar a otros en el mismo proceso.
En definitiva, empieza a DISFRUTAR DE TU VIDA. No hay nada como pasar por un divorcio para entender que la vida es algo más. Y si lo que buscas es como superar un divorcio rápido, lo que tienes que hacer es entender que lo que estas viviendo es un proceso de crecimiento interior. Deja de pensar que tienes trauma post divorcio y empieza a ver el divorcio como lo que verdaderamente es, la gran oportunidad de transformar tu vida.
Para acabar el post y como resumen idóneo de todo lo que hemos visto hoy te compartimos uno de los muchos vídeos que puedes encontrar en nuestro canal de youtube y en el que precisamente hablamos de “como superar un divorcio” , deseamos que lo disfrutes y te sea de ayuda.
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Muchas Gracias
Javier González González
Padre, Divorciado y experto apasionado del Área de Familia en Casasempere abogados.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿Qué es un divorcio traumático?
Aquel en el que no aceptas que tu proyecto de vida en común ha terminado y, en la medida de lo posible, tratas a la desesperada de seguir atado emocionalmente a la otra persona, que tiene claro y ha decidido no continuar con la relación de pareja.
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¿Cuáles son los traumas que genera un divorcio?
El divorcio es lo más parecido a un proceso de duelo. Te lleva a un estado de tristeza muy parecido al de la depresión. Entre otros síntomas experimentas los siguientes síntomas:
1.- Pérdida de apetito
2.- Desinterés o falta de energía para hacer actividades
3.- Dificultad para conciliar el sueño
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5.- Dificultad para concentrarse
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