Todos llegan con el convencimiento inicial de que ha podido ser un error de la Administración, convencimiento que se transforma en sorpresa cuando les explicas lo que ha pasado: la Administración ha entendido que la vivienda vale más que el precio por el cual se ha comprado, y por lo tanto, pide más dinero por impuestos.
Esa sorpresa acaba en rabia cuando más detenidamente les comentas que Conselleria con independencia del precio que se pacte y pague, les obliga a liquidar el impuesto de transmisiones patrimoniales por un valor que ellos obtienen de multiplicar el valor catastral de la vivienda (que aparece en el IBI) por un coeficiente que varía dependiendo de la ciudad en que se encuentra la vivienda.
Si no haces eso y liquidas por el precio que has pagado, para ti su valor, y ese precio es inferior al aconsejado por la Conselleria, ésta, valiente ella, te hace una comprobación del valor de la vivienda, y te aplica un valor incluso muy superior al que ellos mismos te aconsejan en su página web.
Ejemplo: Si la vivienda la has comprado por 90.000 euros de precio pero para Conselleria aplicando sus operaciones debes liquidar el impuesto por 120.000 euros, si liquidas por menos de esos 120.000 euros, ellos te suelen mandar una carta aplicando una comprobación del valor de la vivienda no por esos 120.000 euros, que sería lo lógico, sino por un importe superior a ese valor, 150.000 euros por ejemplo, pidiéndote una cantidad en base a esos 150.000 euros.
Ciertamente increíble el actuar de la Administración. ¿y en base a qué hacen esto? Pues sinceramente en base a nada justificado. Simplemente en base a criterios generalistas obtenidos por un funcionario que da a una tecla del ordenador y enseguida calcula un valor de esa vivienda en función de la zona. Nada más que eso.