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¿La enfermedad mental incapacita para la crianza y la custodia de los hijos?

Antes de empezar este post, quiero transmitir una reflexión fruto de una conversación con uno de los muchos psicólogos con los que he tenido la oportunidad de trabajar a lo largo de estos años.

“Javier, cualquier persona a la que se analice en profundidad, psicológicamente saldría reflejado que tiene alguna tara o trastorno. Todos tenemos, psicológicamente hablando, alteraciones de personalidad”.

En este último año, son muchos los casos que han llegado a nuestro despacho, en los que la madre o el padre tiene un plus añadido a su situación. Bien por disponer de diagnostico en la mejor de las ocasiones, o, en el peor de los casos, por carecer de ese diagnóstico o negando su existencia, es evidente que la existencia de un problema o enfermedad mental complica el trámite del divorcio o ruptura con hijos menores.

La pregunta habitual de los que solicitan ayuda es: ¿se puede quitar la custodia por enfermedad mental? Muchos de los que nos hacen esta pregunta tienen miedo por sus hijos. Temen por su seguridad y desconfían de que la madre o el padre, del que ahora ven con más intensidad su problema, esté en condiciones aptas para cuidar y atender de sus hijos.

En muchos de ellos, la enfermedad mental ha provocado la ruptura de relación de pareja, celos compulsivos, mentirosos patológicos, controladores al extremo, manipuladores, etc. Las enfermedades mentales, no tratadas adecuadamente, pueden convertir una relación de pareja en un infierno. Llegan a ser un multiplicador de problemas de cara a la ruptura de la relación de pareja.

Estoy convencido que atraigo a mi vida este perfil de clientes porque la enfermedad mental siempre ha estado presente a lo largo de mi vida. Mi propia madre ha padecido depresión a lo largo de mi vida. Familiares muy directos han necesitado la ayuda de psicólogos y psiquiatras. He vivido personalmente experiencias muy impactantes, con familiares enfermos mentales con esquizofrenia. Incluso sé lo que es que un padre o una madre, niegue o no admita la existencia de un problema, que debe ser adecuadamente tratado por especialistas.

De hecho, lo realmente peligroso no es que el padre o la madre tenga una enfermedad mental debidamente diagnosticada y en tratamiento. Lo realmente peligroso es tener enfrente a un padre o madre que niega tener cualquier tipo de alteración o problema psicológico o psiquiátrico, y rehúsa recibir la ayuda profesional adecuada. La negación del problema es el mayor de todos los problemas.

Rompamos mitos desde el inicio: la enfermedad mental no incapacita para ejercer adecuadamente el papel de madre o padre. Sin embargo, la enfermedad mental no tratada adecuadamente sí puede convertirse en la causa que motiva la pérdida temporal de la custodia.

Enfermedad mental y custodia compartida

¿Imposibilita la custodia compartida el hecho de que uno de los padres sufra una enfermedad mental?

Sí, sólo si esa enfermedad mental afecta a los cuidados y atenciones de los hijosSe puede padecer una enfermedad mental, estar recibiendo el tratamiento y control médico adecuado, y ser un padre o madre excepcional. Salvo que esa enfermedad mental afecte a los cuidados y atenciones de los menores, no tiene por qué suponer un problema.

Evidentemente, lo primero que va a ser señalado y remarcado de contrario al iniciarse el camino del divorcio o ruptura, y más si es por vía contenciosa, va a ser esa enfermedad. En esos casos, las preguntas que siempre hago son estas:

¿Y a lo largo de estos años juntos? ¿él o ella ya tenía diagnóstico? ¿cuidaba adecuadamente en ese momento de tus hijos?

Su cara al meditar estas preguntas siempre es de sorpresa por su respuesta. De hecho, cuando lo piensan tranquilamente, se dan cuenta de que la enfermedad mental, salvo en ocasiones muy GRAVES en los que hay episodios de crisis, no ha afectado de forma grave a los cuidados y atenciones de los menores. Los hijos menores no han visto peligrar su vida por el hecho de que sus padres sufran una enfermedad mental.

¿Recuerdas la reflexión que abría este post? Son cientos o millares las personas con las que te cruzas a diario que, de ser adecuadamente diagnosticadas, reflejarían que sufren de una enfermedad mental.

Debo indicarte que hemos vivido casos en los que la intervención ha exigido que fuera urgente, y que la enfermedad mental del padre o madre ha exigido actuar y cambiar la opción de custodia existente. En esas ocasiones, la solución siempre ha sido el cambio de custodia como medida de protección del menor.

¿Es posible la custodia para la madre con problemas psicológicos?

Ante esta pregunta, reiteramos la respuesta. Sí la custodia materna es posible, siempre que esa enfermedad mental o problema psicológico no afecte de manera negativa a los cuidados y atenciones de los hijos. Siempre que no suponga un peligro para la evolución y desarrollo del menor, sí es una opción.

En estos casos, se hace imprescindible el disponer de un informe psicológico que determine la idoneidad de la madre o padre con problemas psicológicos, para atender y realizar esas tareas.

El problema lo tenemos de cara a convencer al juez en aquellos casos en los que no existe diagnóstico, de la necesidad de profundizar mucho más de lo que se hace en los gabinetes psicosociales con los test de personalidad habituales, de cara a diagnosticar el problema.

Si los psicólogos del gabinete psicosocial lo valoran como idóneo, pese a la enfermedad mental, se puede conseguir la custodia tanto exclusiva como compartida sin problemas.

Custodia para la madre y depresión

He vivido en persona lo que es tener una madre con depresión. Sí que es verdad, que a mí ya me cogió mayor e independiente. Precisamente por eso, una persona, normalmente las mujeres que son las que tienen más tendencia a sufrir depresión, se hunde más en su enfermedad cuando sus hijos, normalmente su motor de vida, dejan de necesitar esa ayuda tan directa al crecer. Para mi madre sus hijos eran la razón de vivir y cuando todos fueron mayores ella lo notó.

Mi propia madre ha vivido en una absoluta apatía por vivir. No tenía fuerzas para levantarse y parecía estar esperando la llegada de la muerte para liberarla de su padecimiento diario. Vivir cada día era para ella una condena en lugar de una maravillosa experiencia. No disfrutaba de nada ni tenía ganas de hacer nada. Esto era un problema, no sólo para ella, sino para todos los que vivían junto a ella, sobretodo para mi padre y mi hermano pequeño que conviven junto a ella, y que pese a sus esfuerzos la han visto apagarse y no han conseguido que reaccionase.

Mi madre vivió mi divorcio como una experiencia demoledora. Pasó de ser una persona vital, que compatibilizaba su trabajo dentro de casa con el trabajo y ayuda en el negocio familiar, a pasarse los días tumbada, hundida y sin querer ni moverse. Su frase favorita era “pobres niños, les habéis destrozado la vida”. Si reñían a mis hijos para corregir alguna conducta delante suya siempre decía “Pobres niños, no les riñas, no ves que están sufriendo mucho”.

¿La depresión es una causa que imposibilite la custodia de los hijos?

Va a depender del grado de depresión y de si está en tratamiento. Soy totalmente contrario a la toma de medicamentos, pero reconozco que hay momentos donde los fármacos son de gran ayuda para dar ese empujón que se necesita. Hoy en día existen tratamientos que permiten activar a las personas, para que no se encuentren en ese estado de apatía total por su vida, característico de la depresión.

Puede haber momentos en los que una madre que sufre un cuadro grave de depresión, pueda estar temporalmente incapacitada para atender y cuidar de sus hijos. Resulta lógico que, si ni ella misma es capaz de cuidarse a sí misma, difícilmente va a estar apta para atender y cuidar de un hijo. Sin embargo, si recibe el tratamiento y la ayuda adecuada, es una situación temporal que, con los informes psicológicos adecuados, puede ser fácilmente revertida y corregida.

Son muy puntuales los motivos por los que se puede quitar la custodia a una madre, y la depresión puede ser la causa justificadora de esa perdida de la custodia materna en esos casos extremos y puntuales.

Trastorno bipolar y patria potestad

Otro de los motivos por los que se puede quitar la custodia a una madre es por padecer trastorno bipolar. Se caracteriza por cambios bruscos de carácter, en los que se alternan estados de máxima euforia o alegría (llamados psicológicamente episodios de manía) con estados de total apatía y tristeza (llamados episodios de depresión).

Es por ello que, en muchos casos, su diagnóstico es equivocado, y suele ser inicialmente diagnosticado de depresión, hasta que se hace seguimiento de su historial clínico y se aprecian los episodios de manía con euforia y energía desmedidos.

Los cambios de carácter son muy bruscos y pueden llegar a durar días o semanas, llegando incluso a requerir el internamiento hospitalario para su tratamiento, por producirse en esas fases brotes psicóticos que les provocan alucinaciones auditivas que les ordenan actos, llegando a creerse dioses o personas con poderes especiales, o incluso sentirse perseguidos.

Otra de las características de esta enfermedad mental, es el hecho de que, junto a esos cambios bruscos del ánimo, aparece irritabilidad y hostilidad cuando a la persona que lo sufre se le lleva la contraria, por lo que esta enfermedad mental provoca muchos problemas sociales y en el entorno familiar.

¿El trastorno bipolar puede provocar la perdida de la custodia?

La respuesta es similar a lo visto en el punto anterior. Sí, si no se dispone del tratamiento y control médico adecuado y afecta al cuidado y atención de los menores.

El negar la existencia del problema y rechazar la necesidad de tratamiento, también aumenta las probabilidades de que se impida la custodia, o incluso que sea necesario en episodios de crisis el reducir o suspender las visitas.

Sin embargo, debe quedar claro, que padecer trastorno bipolar no significa automáticamente ineptitud para ejercer como madre o padre. Hay muchas personas que con su fuerza de voluntad han seguido los tratamientos y las pautas médicas adecuadas, y han alcanzado un nivel de vida sin altibajos que les permite tener una calidad de vida normal y, por lo tanto, les ha posibilitado para atender y cuidar de sus hijos.

Esquizofrenia y régimen de visitas

La esquizofrenia es una enfermedad mental grave, que se caracteriza por padecer una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. Quien la padece, suelen sufrir delirios y oír voces en su interior.

¿La esquizofrenia puede afectar a la custodia?

La respuesta es sí, en aquellos episodios de crisis grave en los que el enfermo que la padece se convierte en potencialmente peligroso para sus hijos e incluso para sí mismo.

En los momentos de inestabilidad o brote, resulta imprescindible garantizar la seguridad de los menores y, por ello, se suelen articular visitas vigiladas mediante la presencia de familiares.

Es fundamental el asumir el hecho de que se tiene una enfermedad mental para aceptar la ayuda necesaria, que permita rebajar y controlar los episodios de crisis. Una persona diagnosticada de enfermedad mental, que asume su situación y muestra interés en mejorar su vida, puede llegar a disponer de una muy buena calidad de vida y con ello de disponer de tiempo con sus hijos.

No lo vamos a negar. La existencia de este tipo de enfermedades dificulta el mantenimiento de custodias, pero si se diagnostica a tiempo y se llevan las pautas médicas adecuadas, se puede llegar a llevar una vida ordenada que permita disfrutar de los hijos.

¿La esquizofrenia puede afectar al régimen de visitas?

Claro que sí. En episodios de crisis se hace necesario proteger la seguridad de los menores y se puede llegar a suspender las visitas. Será la evolución médica acreditada mediante los oportunos informes médicos, la que va a ir favoreciendo que se reanude poco a poco el contacto.

Enfermedades mentales hereditarias

¿Cuáles son las enfermedades mentales hereditarias?

La mayoría de las enfermedades mentales son provocadas por una combinación múltiple de factores genéticos y ambientales. Los estudios determinan que lo que se hereda no es la enfermedad en sí, sino la predisposición a desarrollar la enfermedad en combinación con otros factores.

¿Las enfermedades mentales se heredan de las madres?, ¿la esquizofrenia se hereda de padres a hijos? ¿se hereda la depresión?

Si padeces una enfermedad mental y te estás haciendo esta pregunta, debes saber que el hecho de que un familiar tuyo haya padecido una enfermedad mental hace que tengas más probabilidades de desarrollar la enfermedad mental si a lo largo de nuestra vida se dan otros factores. Sin embargo, no es una causa directa que por sí sola indique que vamos a desarrollar la enfermedad mental que padecía nuestra madre o padre.

Se estima que el 1 % de la población mundial padece esquizofrenia. También se estima, según estos estudios, que hijos de ascendientes con esquizofrenia un 40% desarrollan la misma enfermedad y un 15% otras enfermedades mentales.

El trastorno bipolar lo presenta el 0,4% de la población.

Según los últimos estudios desarrollados, si tienes un padre o madre con depresión, tienes dos veces más probabilidades de sufrir depresión. Con bipolaridad hay cuatro veces más de riesgo, y con esquizofrenia la cifra se eleva a ocho veces más las probabilidades. Pero que no cunda el pánico. Como podemos ver, las probabilidades de sufrirlas son mínimas, por lo que incluso elevando las probabilidades es complicado.

Además, ya hemos dejado claro que, incluso sufriendo una enfermedad mental, si se sigue el tratamiento y los controles médicos adecuados, se puede alcanzar un nivel de vida óptimo que permita compatibilizar perfectamente, con los cuidados y atenciones de los hijos menores.

Factores ambientales

Entre los factores ambientales que favorecen su desarrollo están los siguientes:

  1. Traumas.
  2. Daños emocionales.
  3. Abuso de sustancias.

1.- Traumas

El haber sido víctima de abuso físico, emocional o sexual durante la infancia son factores que potencian el desarrollo de enfermedades mentales. Convivir durante la infancia en entornos de mucho estrés en el hogar, la pérdida de seres muy queridos o el vivir desastres naturales, son factores que ayudan al desarrollo de enfermedades mentales.

2.- Daños emocionales

Las experiencias escolares negativas, o el haber sufrido acoso escolar, también son factores que aumentan las probabilidades de desarrollar una enfermedad mental.

3.- Abuso de sustancias

El consumo abusivo de tabaco, alcohol y drogas durante la infancia, incluso una excesiva exposición a los mismos, son factores acelerantes que pueden provocar el desarrollo de enfermedades mentales.

Factores genéticos

Aún así, los factores ambientales por sí solos no son los causantes de las enfermedades mentales, sino que también habrá que tener presente los factores genéticos, entre los más destacados los siguientes:

  1. Regulación epigenética.
  2. Polimorfismos genéticos.
  3. Cambios de un solo gen.

1.- Regulación epigenética

La forma en que una persona reacciona a los factores ambientales y puede afectar la probabilidad de que desarrolle una enfermedad mental.

2.- Polimorfismos genéticos

Cambios en nuestro ADN que nos hace únicos como individuos. Uno o más polimorfismos combinados con los factores ambientales, pueden provocar la aparición de enfermedades mentales.

3.- Cambios de un solo gen

Es una situación que se da con muy poca frecuencia.

Conclusiones

Tras lo que hemos visto, lo importante es asumir que no se es perfecto. Que podemos estar equivocados y que a lo mejor necesitamos la ayuda especializada adecuada. Debemos dejar de demonizar o sentirnos marcados por el hecho de pedir la ayuda de psiquiatras o psicólogos. Son los profesionales médicos adecuados para ayudarnos en la complejidad de las relaciones sociales y los problemas de nuestra mente.

Dejemos de mirar hacia afuera, dejemos de pensar que los problemas siempre vienen provocados por los demás, y empecemos a pensar que quizá somos nosotros la fuente de los problemas, y no tengamos miedo a pedir ayuda.

Si de verdad quieres a tus hijos, plantéatelo. ¿Por qué siempre se repiten los mismos problemas con tus hijos y con tu ex? ¿Puede ser que el foco de origen esté en ti en lugar de en los demás? Es mucho más fácil culpar a los demás y pensar que nosotros estamos perfectamente, tu mente no va a admitir que tú seas el eslabón débil de la cadena.

Si de verdad quieres a tus hijos y quieres lo mejor para ellos, si te sientes identificado con alguna de las situaciones o enfermedades que te hemos contado, empieza a pensar que quizá sería bueno que acudieras a un psicólogo y te abrieras con sinceridad, le contarás todo lo que pasa por tu mente y que él te ayudara. Si no lo haces por ti, hazlo por ellos.

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Muchas Gracias

Javier González González

Padre, Divorciado y experto apasionado del Área de Familia en Casasempere abogados.

1 comentario en «¿La enfermedad mental incapacita para la crianza y la custodia de los hijos?»

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