Tras la ruptura de la relación de pareja, la distancia en los desacuerdos diarios se hace mucho mayor entre los padres. Hoy os traemos el caso de unos padres de un niño, a punto de cumplir los 3 años, sobre el que ambos padres no se ponían de acuerdo sobre la localidad en la que inscribir a su primera escolarización.
El primer año de colegio, un trámite tan decisivo, y que va a suponer el lugar en el que con toda probabilidad va a conocer a personas que le van a acompañar el resto de su vida.
Desde los 5 meses de edad, el menor había residido en la localidad en la que ahora continúa en compañía de la madre, y en la que también residían los abuelos maternos.
El dolor provocado por la ruptura de la relación, hizo que el padre se negara a alcanzar un acuerdo respecto del lugar idóneo para su escolarización. Solo cabía un camino, una demanda de jurisdiccion voluntaria desacuerdo patria potestad.
Por si todavía no sabes la diferencia entre patria potestad y guarda y custodia, te dejamos un vídeo de nuestro canal de youtube
Estando en pareja, ambos padres habían decidido el centro escolar, habiendo llegado incluso a cambiar su residencia y alquilar la vivienda en la misma calle, casi al lado de dicho centro escolar, todo ello con la intención de hacer lo más cómodo posible para su hijo el tener que acudir al colegio.
Si la prioridad estando en pareja era el bienestar del niño, ¿por qué tras la ruptura parecía olvidar que su hijo seguía siendo su hijo y sus propuestas de ahora rozaban el absurdo?
En un primer lugar, y para evitar su matriculación, había llegado a la descabellada excusa de proponer la matriculación del menor a mitad de camino entre el actual lugar de residencia del menor y la localidad de residencia del padre.
Era una propuesta totalmente absurda y sin sentido, cuya única finalidad era alimentar el dolor provocado por la ruptura. Te invitamos a que leas nuestro post “El consentimiento de padres separados para la escolarización“. En él te relatamos este primer momento de oposición.
Había llegado el día de la vista, era un procedimiento 156 codigo civil de jurisdicción voluntaria para la elección de colegio. Nos habían convocado a las 10:40 para celebrar el juicio, los nervios estaban a flor de piel, eso sí, mucho más tranquilos que en la vista de medidas provisionales, en el que le habían atribuido a la clienta la custodia temporal del menor, y se había tenido que acordar las visitas a través del punto de encuentro familiar.
Si quieres saber un poco más de la historia de esta madre te invitamos a que leas nuestro post sobre punto de encuentro familiar.
Como puedes ver, una ruptura de familia puede generar múltiples conflictos familiares como consecuencia de los problemas de entendimiento entre los padres, que suelen terminar en diversos y continuos enfrentamientos judiciales.
Los padres dejan de mirar por el interés común y buscan obtener la razón como forma de obtener una victoria sobre el otro.
Era la mañana de un viernes y, tras dos semanas agotadoras de señalamientos, tenía muchas ganas de terminar este juicio y poder disfrutar de un merecido descanso.
Al llegar a los juzgados, comprobamos que todavía quedaban dos juicios antes del nuestro. Hoy el juzgado iba con retraso. Jamás nos hubiéramos imaginado lo que íbamos a vivir ese día en los juzgados.
Grupos de personas se arremolinaban frente a la puerta trasera de acceso a los juzgados de San Vicente del Raspeig en Alicante. Al comprobar la lista de señalamientos de ese día, pude comprobar que todavía, después de nuestro señalamiento, quedaban 5 juicios más por celebrar.
Ya eran las 12:00 horas y parecía no avanzar. Las horas de espera de pie empezaban a hacer mella, el cansancio y el calor eran agotadores. Un perito que esperaba su turno para acceder a sala decidió sentarse en el suelo a la sombra de un árbol, y ensuciarse, antes que continuar de pie por más tiempo.
Estábamos a principios de septiembre, pero el calor era intenso todavía. Era un día ideal para estar en la playa relajado, y no a las puertas de un juzgado con chaqueta, camisa de manga larga y corbata, rodeado de tensión por todos lados.
Debido a los protocolos por Covid-19 nos obligaban a esperar en la calle, hasta el momento de acceder a la sala de vistas.
Lo más agotador para esta madre era observar su continua mirada desafiante, esa mirada de odio que nos estaba obligando a acudir una y otra vez al auxilio judicial, para poder avanzar en las necesarias relaciones como padres.
Cuanto más tiempo pasaba, más me daba cuenta de lo absurdo de la situación. Estábamos esperando en la puerta del juzgado a celebrar una vista, porque el padre se empeñaba en querer hacer ver que lo mejor para el interés de su hijo era alejarlo de su entorno diario y de apego.
Se me acercó mi procurador y me comentó que ayer, a última hora, el padre había presentado el escrito de oposición a nuestra solicitud, y que todavía no nos habían dado traslado desde el juzgado.
Me acerqué con total buena fe a su abogado y, tras saludarlo, le comenté la situación. Entonces, su procuradora, de una forma muy enérgica, me explicó que nos habían dado traslado previo a través de nuestro procurador el día anterior. Muchas veces el ego no solo se palpa en los clientes sino también en los profesionales.
¿QUÉ ES EL TRASLADO DE COPIAS?
El traslado de copias lexnet es cuando entre procuradores se remiten los escritos que se presentan en el juzgado. Este trámite es obligatorio para todos los escritos que se presentan en un proceso, con la excepción del primer escrito inicial o de contestación. En la primera toma de contacto de la parte con el juzgado, no se está obligado el realizar dicho traslado previo de copias.
Al parecer, mi procurador no había visto el mail esa tarde noche y no disponía de los motivos o causas de oposición.
Como siempre hacemos tratamos de ponernos en la postura contraria y habíamos especulado sobre los posibles motivos. Uno de los argumentos que barajamos eran las ventajas e inconvenientes de escolarizar a un niño antes de los 3 años.
Nosotros lo teníamos claro, queríamos que el niño se socializara, queríamos que se acostumbrara a estar con más personas fuera del entorno materno para agilizar el contacto con el padre.
¿Es obligatorio escolarizar a un niño antes de los 3 años?
La respuesta es clara, NO, pero tiene sus ventajas. El niño empieza a hacerse su entorno social de amigos, te garantizas una plaza escolar en el centro, porque intentar escolarizar al momento de la educación infantil obligatoria, los 6 años, dificulta la existencia de plazas disponibles, lo que puede provocar que termines admitido en un centro que no sea de tu agrado.
Mi intención no era suspender ni dilatar el proceso por más tiempo. Quería ponerle fin ese mismo día. No nos podíamos permitir el lujo de esperar y que el curso escolar avanzara sin la posibilidad de que ese niño pudiera empezar a conocer a los amigos, que le iban a acompañar durante su vida.
Y puesto que parecía que la espera iba a ser larga, solo quería darle utilidad a ese tiempo que nos obligaban a permanecer allí a la espera.
Tanto a mí como a mi compañera de despacho, nos llamó la atención la agresividad en las formas de todos los que formaban el grupo del padre. No sólo el padre en su mirada, gestos y expresiones, era desafiante y provocador, sino que todo el equipo legal que lo acompañaba era de similar talante.
El abogado al hablar levantaba la voz de forma desproporcionada, sus gestos eran muy enérgicos, parecía que estuviera defendiendo a un familiar muy allegado y que el dolor que parecía vivir el padre le hubiera contagiado.
Muchas habían sido las llamadas realizadas a ese abogado y cada vez que le llamaba llegaba a la misma conclusión, no sirve de nada tratar de mediar con esta parte. La única solución es el juzgado. Solo buscan tener la razón y ganar. No proponen alternativas constructivas, todo tiene que ser de una única manera.
Han llegado, en ocasiones, al absurdo de empeñarse en evitar a la desesperada otorgar el consentimiento con la sola intención de evitar que el hijo empezara a formar su vida en esa localidad, que durante esos 3 años de su vida había sido su lugar de residencia.
Ante la negativa a recibir copia de la oposición, véase hasta que punto les gustaba la guerra, también a su abogado, solicité que me indicara si era posible conocer los motivos de su oposición y que proponían ellos con la intención de tratar de llegar a un entendimiento.
Su respuesta fue, proponemos que el menor sea escolarizado en Alicante capital, lugar en el que existe un nexo común. Es el lugar de trabajo de ambos padres.
En ese instante tuvo sentido el porqué de la presencia de su jefe esperando con él. Seguro que venía a indicar al juzgado que trabajaba en Alicante.
Este nuevo argumento me pareció una estrategia porque salvo, nuevas noticias, el padre trabajaba en El Campello, otra localidad muy cercana.
La propuesta como estrategia de defensa era buena y tenía su lógica, el problema es que se olvidaba de lo más importante, el interés del menor.
¿Cuál era la verdadera finalidad de esta solicitud? Oponerse a la petición de la madre. No tenía sentido que el niño se viera obligado a desplazarse a una localidad colindante a diario, con el sólo objetivo de evitar darle la razón a la madre.
Por desgracia, el padre no se daba cuenta que a quien más perjudicaba era a su propio hijo.
Toda la vida del pequeño estaba focalizada en la localidad de San Vicente, y los abuelos maternos, aquellos con los que más contacto había tenido desde su nacimiento, y que habían asumido su cuidado cuando la madre no podía hacerse cargo, vivían a escasos 15 minutos andando de dicho centro.
Era absurdo querer tener la razón solo por oponerse, y no permitir que el niño estuviera bien atendido.
Entonces, le pregunté al abogado ¿y qué pasará cuando el menor en esta primera etapa escolar tenga que ser cambiado de ropa, que van a tener que desplazarse los abuelos a Alicante cuando ahora pueden llegar en 5 minutos?
La respuesta volvía a ser absurda. “Irá el padre o la hermana del padre”, un padre al que el menor rechazaba con su sola presencia y del que se tenía que estar trabajando a través de los profesionales del punto de encuentro familiar, para tratar de mejorar ese contacto.
Que nos indicaran, como ayuda, una hermana que sólo había visto al niño el día de su nacimiento, con la que el padre no se hablaba ni tenía contacto desde hacia años, provocaba indignación, y nos hacía ver que realmente todo era una excusa para tener razón y alimentar su ego por encima de todo y de todos, incluso de su propio hijo.
La respuesta, por fin, dejó ver con claridad el porqué de todo. “Como comprenderás, compañero si aceptamos que se escolarice en San Vicente estamos aceptando que la custodia compartida que tenemos pendiente de resolución se tenga que desarrollar sí o sí en San Vicente”.
Hoy con esta historia queremos removeros y haceros pensar. Al final, por el simple deseo de ganar, nos olvidamos de la verdadera razón de estos procesos, que es buscar lo mejor para el menor. Dejamos de ser parte de una pareja, pero por mucho que nos divorciemos nunca vamos a dejar de ser padres.
Eran cerca de las 17 de la tarde y allí seguíamos, nos habían dejado pasar dentro y al menos ahora estábamos protegidos del calor por el aire acondicionado. Llevábamos más de 7 horas allí. Siempre decimos que la primera asignatura que deben enseñar en la facultad de Derecho es la paciencia.
Por fin llegó nuestro turno. La funcionaria nos llamó a sala, y llegaba el momento de tratar de alcanzar un acuerdo. Por mi parte, sabía que era inviable. Las posturas estaban muy encontradas, ya que, por desgracia, el padre no pensaba en el bienestar del menor. Veía todo lo que hacíamos como un intento de alejar al niño de su padre.
No había ni un solo indicio de responsabilidad ni las propuestas iban encaminadas al bienestar del menor.
Tras un buen rato en sala tratando de alcanzar un punto que permitiera llegar a un acuerdo, por fin la Fiscal le indicó a su señoría, con mi respaldo, “por favor, vamos a celebrar”. Nunca antes me había gustado tanto escuchar esas dos palabras. Era más que consciente que no había otra solución, el dolor que vivía ese padre le impedía ver más allá de su propia rabia y dolor personal. Las percepciones personales hacen que a veces no veamos con claridad.
Tras la declaración de ambos padres quedó muy claro quien arrastraba un inmenso dolor y pensaba en su propio bienestar, y quien trataba de buscar el bienestar del menor.
El informe del fiscal fue muy claro, y apoyó nuestra petición. Para él, lo mejor también era que el menor se matriculase en San Vicente, ya que era el lugar donde más entorno familiar y de apoyo tenía el menor, además de ser el lugar de residencia actual.
Ahora solo había que esperar a que el juez se hiciera eco de la petición, tanto de la madre como del Fiscal, y que lo recoja en el fallo de la sentencia, decisión que a día de hoy aún sigue pendiente.
Lo más triste es que se tenga que llegar a discutir hasta por el lugar donde matricular a un niño por primera vez, y sólo por el dolor, la rabia y el deseo de ganar.
Te dejamos un vídeo de nuestro canal de youtube para que sepas como actuar en una situación similar sin regulación alguna
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Muchas Gracias
Javier González González
Padre, Divorciado y experto apasionado del Área de Familia en Casasempere abogados
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿Qué procedimiento debo usar para poder matricular a mi hijo en el colegio que deseo?
La falta de entendimiento o acuerdo en el centro escolar en el que se debe matricular un hijo es un tema de patria potestad que debe ser resuelto con un procedimiento de jurisdicción voluntaria del artículo 156 del código civil. La falta de entendimiento de los padres se resuelve por parte del juez otorgando el derecho de elección a uno de los padres.
¿Es necesario abogado y procurador para tramitar un proceso de jurisdicción voluntaria?
No, puedes solicitarlo personalmente mediante formularios existentes en los juzgados y que si los solicitas deben poner a tu disposición. Pero siempre es mejor acudir defendido con abogado y procurador.
¿Cuanto tarda en tramitarse un juicio de elección de colegio?
Va a depender del juzgado. Pero por norma general son procesos que se señalan con prontitud al no ser procedimientos con mucha carga de prueba.
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