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Navidad. Tiempo de amor y paz con tus seres queridos. También para padres divorciados

¡Papa voy a pedir para Navidad que no tengas que trabajar tanto!

Nuestros hijos suelen describir nuestro trabajo diciendo, Papa se pasa el día pegado al teléfono contestando llamadas o escribiendo en su ordenador, da igual que sea entre semana o festivo, siempre está ocupado. Nunca tiene tiempo para mí.

Cuando pasa esto, es que ha llegado el momento de reflexionar y establecer prioridades.

Nos acercamos a la llegada de Papa Noel y los Reyes Magos. Las fiestas navideñas son fechas mágicas para los niños más pequeños, aquellos que todavía no han perdido su maravillosa inocencia. También son fechas  en la que muchos padres se estrenan en el papel de recién divorciados. Y se esfuerzan en silencio para hacer que estas fechas no pierdan el sentido mágico y especial para sus hijos.

¿De verdad piensas, que lo que necesitan tus hijos son tantos regalos?

¿De verdad crees que lo que piden en su carta es lo que más desean?

Nos acercamos al final del año y como todos los años nuestra mente hace balance de todo lo que ha sucedido en este 2018. Trata de justificar que nuestros esfuerzos laborales tenían un sentido. Que todas esas tardes que hemos sacrificado no estando junto a nuestros hijos tenían un porque. Que el perdernos el festival del colegio, el partido de futbol del sábado o la obra de teatro en la que salía de protagonista, realmente no era tan importante.

Para nuestro consuelo, nos decimos:

Cuando todo funcione bien tendré más tiempo libre y podré dedicárselo a mis hijos. Ellos lo entienden, es por su bienestar. Es mucho mejor que me esfuerce para que no falte para comer, para vestir y para poder tener una casa en la que vivir.

Nos mentimos interiormente para no sufrir.

¿De verdad necesitan tantos regalos o estamos comprando el tiempo que no pasamos a su lado?

navidad divorcio

¿De verdad es esta la vida que queremos?

Un año más los últimos días del año nos los pasamos corriendo para tratar de encontrar ese preciso juguete de moda que aparece en la carta de nuestros hijos. Carreras para que no falte de nada en esas copiosas cenas de navidad en familia. Un año más decidiendo en qué casa toca reunirse la familia.

Alguien se ha preguntado ¿para qué corremos tanto?¿acaso, el sentido de estas fechas no es disfrutar del mayor de los regalos, que es estar junto a nuestros seres más queridos?.

Cuando hemos comentado este hecho, en el despacho nuestro compañero Javier, todavía recuerda con cariño esos viajes de más de 12 horas en coche a León en el que el destino era pasar la nochebuena y la navidad con los abuelos, los tíos, los primos. Juntarse en familia.

Inlcuso hoy se dispara un maravilloso anclaje y al subirse a un coche y hacer horas y horas de viaje su mente le transporta a esos preciosos recuerdos, de viajes en los que todo era diversión, amor y felicidad. Para mucha gente viajar horas y horas en un coche es causa de malestar, sin embargo, para Javier es tranquilidad y felicidad.

Por desgracia hay familias que tras desaparecer el tronco común (los abuelos) no llegan a reunirse nunca más. Incluso hay familias como la de la madre de nuestro compañero Javier, que por ser tan numerosas en miembros no lo consiguieron ni en vida de los abuelos. Su abuela se marchó de este mundo sin haber podido reunir en una misma mesa a todos sus hijos.

Llegan estas fechas, y te cruzas con un primo, un tío, un amigo y el comentario más habitual es ¡A ver si nos vemos más! Si te paras a pensarlo mientras hablas con él o ella, te das cuenta que han pasado más de 3 años desde la última vez que os visteis.

Y eso que en la época actual, gracias a las nuevas tecnologías es incluso más fácil que en épocas anteriores el poder enviar un mensaje a aquellos familiares que viven en la distancia.

¿Acaso no da igual si el menú es menos glamuroso o si los vinos son más corrientes?. Lo verdaderamente importante es que tenemos la gran suerte de reunir junto a una mesa a todas las personas que de verdad importan en nuestras vidas.

padres divorciados en navidad

Hay un anuncio que en el despacho nos ha impactado. Reúne a personas que se aman pero que por la vida que llevan se ven pocas veces a lo largo del año. Y después de decirse todas las cosas positivas que se aportan en su amistad o amor, les pregunta si les gustaría saber cuánto tiempo les queda por pasar juntos en esta vida.

Emocionados esperan que les digan muchos años. Pero cuando les desvelan el resultado y en alguna ocasión la suma del tiempo que dedican a estar juntos es tan mínima, que salen escasos días a lo largo de la vida que les queda por delante, hace que todos sin excepción se estremezcan y se rompan de dolor por dentro.

¿Por qué perdemos de vista lo realmente importante en nuestras vidas y nos centramos en lo superficial?

Estas navidades antes de quejarte por el vino que ha servido tu cuñado en la cena o por el hecho de que tu madre no haya comprado gambón rojo, o por tener que poner la casa para que vengan todos a cenar, te pedimos que mires a tu alrededor y observes con detenimiento.

¿Quiénes están contigo en esta nochebuena?

¿Hay alguien que ya no está?

¿De verdad crees que vamos a vivir eternamente?

Si cada mañana al despertar, al mirar el móvil, hubiera un wahstapp que nos recordara que no vamos a vivir para siempre y que no se sabe si hoy va a ser tu último día, estoy más que seguro que nuestra escala de valores cambiaría muchísimo.

Quizá algunas de las personas que tienes a tu lado estas navidades no la vuelvas a ver nunca más. Así que, todos sin excepción, deberíamos proponernos el centrarnos en poner todo nuestro amor y alegría en hacer de estas fechas un momento único e inolvidable. Un momento de verdadero amor.

Deberíamos dejar de lado las quejas, las críticas y todos los problemas y dedicar todo nuestro empeño en disfrutar de la compañía de los que nos rodean.

Otro anuncio de los que nos han dejado huella emocional, aparece una familia y les preguntan datos o curiosidades sobre la vida de famosos, a las que todos sus miembros responden sin vacilar. Pero cuando se les pregunta por datos sobre la vida de sus familiares más directos, se quedan en blanco y no saben que contestar. Se dan cuenta de que saben más de la vida de extraños que de la vida de los que más quieren.

En estas fechas deberíamos comprometernos todos a apagar los teléfonos durante la cena y disfrutar de la compañía de las personas que más queremos. Preocuparnos en conocer sus inquietudes, sus deseos, sus sueños, ayudarles a que no se apague la chispa de la ilusión en su vida.

¿Te acuerdas cuando eras niño, todos los sueños que tenías?

¿Recuerdas como se te iluminaban los ojos cuando pensabas en tus sueños?

Estas fechas son buenos momentos para compartirlos con los que más quieres. Nuestro compañero Javier, siempre recuerda con mucho amor, los paseos con su abuelo César, en los que sin teléfonos, sin relojes, sin distracciones, sólo la naturaleza, su abuelo y él, con escasos 11 años, queriendo compartir y conocer más de la vida de su abuelo. Y su abuelo disfrutando de su compañía porque alguien le escuchaba, le permitía contarle cosas de su infancia, de la vida en tiempos pasados, de sus bisabuelos, de sus hermanos…etc. Cuando prestamos atención a lo que nos rodea, vivimos momentos únicos que nos acercan a nuestra esencia y que hacen que todos nos sintamos útiles y queridos.

Todos esos padres recién divorciados que se sienten perdidos, rotos por dentro por lo mucho que están sufriendo con la ruptura de lo que era su mundo hasta hace poco, deberían en estas fechas centrarse en observar a sus hijos, disfrutar de verlos sonreir y contagiarse de su capacidad infinita para ser felices incluso en lo que ellos creen que son las peores circunstancias que han vivido.

No pierdas la oportunidad en estas fechas de acercarte a esas personas que son tan importante para ti en tu vida y decirles te quiero. No pierdas la oportunidad de darles un fuerte abrazo y de perdonar todo el dolor sufrido. Debes saber que ellos también sufren, que ellos, están librando una batalla interior y que se han comportado así contigo, porque no saben como hacerlo de otra manera.

El pasado debemos dejarlo ir. Sentir y enterrar el dolor. Centrarnos en vivir el momento presente. Debemos volver a iluminar nuestra mirada como si volviéramos a ser esos niños.

Sin embargo, hay familias que al llegar estas fechas prefieren sufrir la soledad de la distancia. Prefieren mantener su orgullo por ese “hecho innombrable” que provocó el enfado, la lejanía y el dolor continuo durante años.

Seguro que si te pararas a hablarlo y a compartir los motivos de cada uno encontrarías que compartís el mismo dolor. Y podrías ver que está sufriendo por no poder compartir tu compañía.

¿No crees que ha llegado el momento de perdonar y de volver a compartir la alegría?. Recuerda que el reloj sigue avanzando. Tic, tac, y no sabes si hoy va a ser tu último día.

Y si eres padre o madre divorciada y estas sufriendo porque estas navidades no llegas económicamente para comprar esos regalos que tus hijos quieren, no sufras, olvídate de las cosas materiales, haz la prueba.  Dedícales unas horas a tus hijos,  juega con ellos, hazles reir, disfruta de su compañía. Te aseguro que el mejor regalo que les puede traer Papa Noel o los Reyes Magos es disfrutar de estar junto a ti.

Así que en estas fechas nosotros nos vamos a proponer dar el máximo amor a nuestros hijos, mujeres, familiares, clientes y todas las personas que por cualquier motivo se crucen en nuestras vidas.

Porque sin ninguna duda el secreto de la vida es dar para recibir y cuando das amor sólo puedes recibir amor en grandes cantidades. Si estas navidades quieres sentirte amado, empieza por repartir tu amor a todos los que te rodean.

Cuéntanos como te sientes cuando dedicas esta Navidad a tus seres queridos. Hagamos juntos de estas navidades unas verdaderas fiestas de amor y felicidad. ¿Necesitas un abogado? ¡Contáctanos!

Desde Casasempere abogados te deseamos una muy

Feliz Navidad

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