– Hola Javier, me ha facilitado vuestro contacto mi terapeuta. Me ha dicho que ya os había explicado un poco mi situación.
-Como os habrá dicho, llevamos cerca de dos años de terapia de pareja, pero cada día que pasa me doy más cuenta que en lugar de puntos en común que nos permita acercarnos, cada vez veo más distancia y puntos de desunión que me confirman que muy a nuestro pesar, esto no tiene visos de mejorar.
Estamos ahora mismo en un punto de la propuesta de la terapia, que antes de dar el paso, me gustaría saber qué derechos tengo, qué repercusiones podría llegar a generar de como parece ser lo más probable, esto no salga bien.
-Vamos, que me gustaría tener una consulta con vosotros para asesorarme antes de dar un paso en falso y liarla.
–Tenemos una hija adolescente en común, ante todo y sobre todo, me gustaría que no viera a sus padres enfrentarse por su divorcio.
–Yo ya viví un divorcio antes, sé lo que es y eso que la verdad es que con mi ex fue todo muy cordial, nos llevamos muy bien, supimos hacerlo con mucha cordialidad. Pero me da la sensación de que esta vez, para nuestra desgracia, tiene toda la pinta de que va a ser muy diferente.
En muchas ocasiones es quien tiene más claro que el famoso “comerán perdices y vivirán felices”, no siempre se cumple, quien da el primer paso para buscar abogado divorcio y asesoramiento.
Pero en otras ocasiones, más de las que pensamos, lo que se vive es mucho más contundente:
-Javier, me ha enviado un mail donde me dice que se va de la casa con mis hijos, que no va a seguir pagando el alquiler y ha comunicado al dueño que a partir del día 1, decida yo, si asumo seguir viviendo aquí y asumiendo el pago del alquiler mensual.
-Pero, ¿cómo voy a pagarlo?, si no tengo trabajo, no tengo ahorros ni de donde obtener recursos, el día 1 es dentro de 5 días, madre mía, estoy en la calle y sin poder hacer nada.
-¿Esto que me está haciendo es legal?
-Mi ex me cuelga, no atiende mis llamadas ni contesta mis mails, me tiene bloqueado en whatsapp, estoy desesperada, estoy en la calle como un perro abandonada.
-Mis hijos tampoco quieren decirme nada, me esquivan, me ignoran…
-He llegado a casa y habían recogido todas sus cosas.
-Es increíble, han aprovechado que no iba a estar para llevarse todo.
-Voy a llamar a una ambulancia, madre mía, voy a tener que irme al hospital, el corazón se me va a salir por la boca.
-Estoy en la calle, abandonada como un perro callejero, y nadie me quiere dar una explicación, estoy desesperada.
Las lagrimas brotaron de sus ojos y ya no pudo contenerlas ni frenarlas.
Cuando crees que lo que ves en las noticias es exagerado, que ese tipo de cosas solo pasan en las series de Netflix, que a ti nunca te va a tocar vivir algo así, de repente, sin previo aviso, te toca ser protagonista y vivirlo en persona:
-Policía!!, haga el favor de no moverse, está usted detenido por un delito de agresiones en el seno de la violencia de género.
-Tiene usted derecho a no declarar, a ser informado de los motivos de su detección….
-Yo no he hecho nada, soy inocente!!!, agente de verdad que yo no he hecho nada
-Haga el favor Sr., le pido que no muestre más resistencia, le voy a poner las esposas, cuanto más se resista más le va a doler, se viene usted con nosotros a comisaria.
La policía actúa ante una llamada recibida en el 112 tratando de entender entre el fondo de gritos y lloros desesperados el agitado hilo de voz de esta madre:
-Socorroooo por favor, mi marido se ha vuelto loco, ¡ha cogido un cuchillo, nos quiere matar!,
– Estoy encerrada con mi hija pequeña y mi madre en una habitación.
-Mamiiii, mamiiii, mamiiiii
-Señora, tranquilícese, por favor, dígame su dirección para que podamos enviar enseguida un coche patrulla.
-¡Mamaaaaa entra en la habitación yaaaaaaaa!, ¡por favorrrrr!!!!
¿Qué te gustaría vivir?
¿Te imaginas lo que pasa por la mente de esta niña, que perfectamente podría ser tu hija?
¿Te la imaginas cuando rompe a llorar desconsolada, no entiende a que viene de repente tanto grito y agitación?
De estar jugando con la pelota con su padre, de reír, de disfrutar, a sentir auténtico terror, al ver como la mirada de amor y cariño de su padre ha pasado a rebosar furia e ira, sus ojos inyectados en sangre tratan de alcanzar en volumen los mismos decibelios que los gritos amenazantes que se escuchan de fondo.
-¡Trae para acá un cuchillo, coño, voy a acabar con esto ya!.
Buscar un abogado para tu divorcio no debería ser algo obligatorio al momento de sentir el frío metal apretando tus muñecas, ningún hijo debería vivir como sus padres llegan a protagonizar este tipo de escenas.
Saber que derechos tienes y como enfocar los pasos para evitar escenas como estas, es el objetivo que debes valorar cuando buscas abogado, mejor ahora desde la calma, que no conocer al abogado designado en comisaria ese día por seguir viviendo sin amor y consentir el llegar a tener que buscar nerviosa tu móvil tartando de acertar en las teclas para marcar el 112.