en que casos se deniega la custodia compartida

En que casos se deniega la custodia compartida

La custodia compartida es un régimen en el cual ambos progenitores asumen de manera equitativa las responsabilidades y el tiempo de convivencia con sus hijos tras una separación o divorcio.

Sin embargo, este modelo no siempre es considerado el más adecuado por los tribunales, especialmente cuando se identifican circunstancias que podrían comprometer el bienestar del menor.​

¿Cuándo puede el juez denegar la custodia compartida?

El juez puede denegar la custodia compartida en situaciones donde se evidencie que este régimen no favorece el interés superior del menor. Algunos de los motivos más comunes incluyen:​

  • Existencia de antecedentes de violencia doméstica o de género: La presencia de condenas o investigaciones por violencia hacia el otro progenitor o hacia el menor es un factor determinante para desestimar la custodia compartida.
  • Falta de implicación previa en la crianza: Si uno de los progenitores no ha participado activamente en el cuidado y educación del menor antes de la separación, el tribunal puede considerar que la custodia compartida no es viable.
  • Conflictos graves entre los progenitores: Una comunicación deficiente o conflictos constantes que impidan la toma de decisiones conjuntas pueden ser motivo para denegar este tipo de custodia. ​
  • Problemas de salud o adicciones: Enfermedades graves, trastornos psicológicos no tratados o adicciones que afecten la capacidad parental son considerados riesgos para el menor. ​
  • Condiciones de vida inadecuadas: La falta de una vivienda estable o condiciones de vida que no garanticen la seguridad y bienestar del menor pueden influir en la decisión judicial. ​
  • Distancia geográfica considerable: Si los domicilios de los progenitores están muy alejados entre sí, la logística para mantener una custodia compartida puede ser inviable.

Motivos para revocar la custodia compartida

La custodia compartida previamente otorgada puede ser revocada si se presentan cambios significativos en las circunstancias que afecten negativamente al menor. Los motivos más habituales son:​

  • Incumplimiento de deberes parentales: Falta de atención a las necesidades básicas del menor, desinterés en su educación o incumplimiento de acuerdos establecidos. ​
  • Conductas perjudiciales: Situaciones de maltrato físico o psicológico, abuso, negligencia o consumo habitual de sustancias que pongan en riesgo la seguridad del menor. ​
  • Manipulación o alienación parental: Intentos de uno de los progenitores por distanciar al menor del otro progenitor, afectando su relación y bienestar emocional.
  • Cambio de residencia que afecte la estabilidad del menor: Traslados que dificulten el mantenimiento de la rutina y entorno del menor.

Requisitos esenciales que hay que cumplir

Para que se conceda la custodia compartida, es fundamental cumplir con ciertos requisitos que demuestren que este régimen es beneficioso para el menor:​

  • Capacidad de los progenitores para cuidar del menor: Ambos deben demostrar aptitudes adecuadas para atender las necesidades físicas, emocionales y educativas del hijo.
  • Relación de respeto y colaboración entre los progenitores: Es esencial una comunicación efectiva y ausencia de conflictos graves que puedan afectar al menor.
  • Proximidad de los domicilios: Las viviendas deben estar lo suficientemente cercanas para facilitar la rutina diaria del menor. ​
  • Disponibilidad de tiempo: Ambos progenitores deben contar con horarios que les permitan atender al menor de manera equitativa. ​
  • Deseo del menor: En función de su edad y madurez, la opinión del menor puede ser considerada por el juez.

¿Y si no quiero la custodia compartida?

Si uno de los progenitores no desea asumir la custodia compartida, es posible solicitar la custodia exclusiva. Para ello, es necesario presentar argumentos sólidos que demuestren que este régimen es más beneficioso para el menor.

El tribunal evaluará factores como la implicación previa en la crianza, la capacidad para atender al menor y la relación entre los progenitores. ​

En conclusión, la custodia compartida es una opción que busca el bienestar del menor, pero su concesión depende de múltiples factores que deben ser evaluados cuidadosamente.

Es esencial contar con asesoramiento legal especializado para abordar adecuadamente este proceso y garantizar la protección de los derechos e intereses del menor involucrado.

 

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